El Estado no puede tener un cheque en blanco para aumentar los impuestos sin ningún limite. La carga fiscal debería acotarse a un cierto porcentaje del PIB, por ejemplo, que no sobrepase del 20%. Asi mismo, tampoco puede dejarse que los sueldos de los legisladores, la administracion publica y el poder judicial sean fijados por ellos mismos. Deben tener alguna relación con los sueldos de mercado, incorporando una porción variable dependiendo del índice de productividad evaluado por un ente privado.
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Un comentario
Mantener que la política fiscal es solo resorte del Presidente, que solo el puede hacer proyectos de leyes que involucren financiamiento fiscal extraordinario, no se puede dejar en manos de populistas que hagan leyes como el retiro de fondos de las AFP, ese fue un pésimo precedente